martes, 21 de octubre de 2008

ANTICARTA #2


VIOLENCIA EN EL NOVIAZGO
A veces es fácil caer en relaciones violentas, sobre todo si persistes en creer que con el tiempo las personas cambian.

Cuando se habla de “relaciones” lo ideal es que se presenten en un ambiente de respeto, tolerancia, individualidad, comunicación y derecho a la toma de decisiones de forma independiente. En las relaciones de noviazgo, se esperan las mismas características, sin embargo, en ocasiones esa relación se lleva dentro de un ambiente contrario al esperado. Las circunstancias que se enfrentan y sus consecuencias se toleran bajo la expectativa de que se podrá “cambiar” a la otra persona.

Cuando en la relación de noviazgo una de las partes abusa de la otra, se enfrenta a un problema de violencia. Esa violencia puede darse de varias formas: física, verbal, sexual y emocional. La violencia se presenta con el propósito de mantener el control sobre la otra persona.

Entre los casos que hoy se catalogan como violencia doméstica, el problema inició con episodios de violencia en el noviazgo. La violencia en el noviazgo puede confundirse y aceptarse como una muestra de amor, e incluso cuando el control no se presenta, se cuestiona el amor. Por ejemplo:

•Siente celos / porque “me ama”.

•Me llama constantemente / es que “se interesa en mí”.

•Pregunta dónde estoy y con quién / es que “me cuida”.

•Me prohíbe ir a lugares que son de mi interés / “quiere estar conmigo más tiempo”.

•Está en contra de lo que dicen mis padres y hasta sugiere la desobediencia / es que “me defiende”.

•Me dice qué ropa puedo usar / “vigila mi apariencia cuidando que otros no se aprovechen”. Estos “signos de amor” son los principales aspectos a considerar como indicadores de una posible relación de control.

Existen ciertos indicadores que debes observar:

•Invadir decisiones personales como a dónde voy y con quién.

•Intentos de controlar tus relaciones, tales como amigos, compañeros de estudio, compañeros de trabajo y hasta familiares.

•Crítica negativa a amigos y familiares.

•Estar pendiente de las amistades.

•Celos excesivos e injustificados que ocasionan situaciones de estrés.

•Amenazas y manipulaciones en casos donde las cosas no se harán a su estilo. Estas amenazas incluyen finalizar la relación.

•Expresar que es superior a ti (Ej. por ser hombre, por ser “más inteligente”, por ser de mayor edad, por tener mayor número de amigos).

•Conductas y expresiones posesivas como: “Me perteneces”.

•Supervisar tu apariencia personal y actividades sociales.

•Prohibir la oportunidad de estudio y trabajo.

La violencia en el noviazgo puede ocurrir de forma sutil. Puede darse tanto del hombre hacia la mujer como viceversa. La violencia no tiene género, edad, ni condición social. La mejor persona para cuidar tu relación eres tú. No ignores tus observaciones ni sentimientos, no los guardes bajo la teoría de que “las cosas cambiarán”.

2 comentarios:

Príncipe de los gatos dijo...

quita este post o te pego

jajajaja

Príncipe de los gatos dijo...

ya no lees mis poemas, ya tengo constancia....ya no me quieres, desde que tienes novio ya no eres la misma, o me pelas o te organizo el sindicato de corazones rotos por pvot? eeeeeeeeeeeeeh